Ahí va otra poesía de Raúl Gallardo (del Ambroz) para que las disfrutéis. Besos, Pablo P.

Echemos cuentas, te cuento…

Vive la vida,
igual que si fuera un sueño,
pero que nunca termina…

Estado de cuentas
cuéntalo al estado o al país,
¿saldremos de cuentas?,
¿saldremos de la crisis o del sin vivir?

En el estado que estamos
nos toca a todos sufrir,
hace años íbamos bien…
sin saber a donde ir.

Luego llegaron problemas
Sociales y educación,
el arte y la vivienda
exigían el lujo y la diversión.

De pronto todo se precipita,
las precipitaciones escasean,
el petróleo y venenos aumentan,
no hay cuenta… siga la cadena.

El medio ambiente da miedo,
los medios mienten en cadena,
el horror se compra y se vende,
el hambre que siempre fue humilde
hoy es empresa que no quiebra,
junto con las grandes causas,
la justicia y la medicina
son grandes mafias eternas.

Ya llegamos al dos mil
con un millón de problemas
fáciles de resolver,
tenemos progreso y técnica,
si no fuera por la guerra
que nos da la crisis esta.

¿Y esta crisis de qué va?
Pues es muy fácil…
la pela.

Todo el mundo lo sabe,
algunos ya lo sabían,
hay quien mucho lo lamenta.

Ahora bien,
echemos cuentas:
si bien seguimos así,
algunos dicen: -esto revienta- ,
pero re-bien que están otros
con esta crisis tormenta.

Algunos más optimistas,
que ya pasamos las crisis
vemos un devenir
y un volver a dar la vuelta.

La cuestión está candente,
casi quemando la esfera,
que dicen que es este mundo
de ozono, atmósfera y corteza.

Pues la cosa está así:

UNO:
Si el ozono se va al traste
y los polos se calientan,
los sesos pierden su rumbo,
los cuerpos feos enferman,
aquí se cierra el chiringuito
y nos vamos a otra taberna.

DOS:
La atmósfera ya está fea
¿con lo bella que sería,
si en vez de planeta fuera estrella?

Puesto que no es estrella que brille
sino planeta que gira,
lo mejor para estos tiempo
es sentarse en una silla
y cuidar de lo pequeño,
aunque sea una semilla,
aunque sea con empeño,
y así dejar crecer los bosques,
mientras rueda – que mareo –
esta no es mala opción,
si nos deja la ocasión.

TRES:
Acabo que ya me enrollo,
esto de la vida es un rollo,
pero que nunca termina
igual que si fuera un sueño
– ya lo decía Calderón –
en fin, que nos queda la corteza
donde todo acaba
o bien todo empieza.

Esto es fácil y resumible,
no hay que darle más vueltas,
es cuestión de un instante…
ya no vale tirar para adelante,
o bien el corazón sigue helado,
mientras todo se calienta
o bien se despierta… del sueño eterno
y salimos de cuenta y cuentos
y aquí acaba la función,
se nos va la diversión,
surge un nuevo nacimiento
del país o la nación,
pues lo demás que te cuento
–a fin de cuentas-
lo cuento en otra ocasión…